Dudas

assorted_2009_duda

Tengo la impresión de estar inmerso en un sueño. No en el sentido romántico de la palabra, no porque sea una situación idílica, sino porque no me parece que lo que estoy viviendo sea real. Es como si mi vida de verdad hubiera hecho un paréntesis para permitirme experimentar una especie de juego.

Si me veo desde fuera no acabo de creerme que este tipo que ha dejado de pensar continuamente en su drama personal para preocuparse por otros dramas personales sea yo. Temo que en algún momento la burbuja explotará y volveré a sumirme en el pozo de la nostalgia.

Estos últimos días he conocido a varias personas con historias realmente trágicas, tanto o más que la mía. Algunas son ejemplo admirable de superación, de adaptación a la realidad, lo que demuestra que las personas ansiamos, ante todo, vivir, por muy duro que haya sido el camino.

Otras buscan, como yo, un nuevo comienzo, y lo que más me sorprende es que he llegado a compadecerme de alguna de esas historias. De hecho, ahora mismo formo parte de una de esas vidas destrozadas desde antes de empezar a vivirla. Me ha pedido ayuda, que le acompañe en este nuevo inicio, y aquí estoy, viviendo una vida que no es la mía y que, pensándolo fríamente, no sé si quiero vivir.

Una pausa en este viaje que espero que no sea a ninguna parte.

Anuncio publicitario

El primer impulso

Noche de luna llena.Autor: Luz A. Villa

Noche de luna llena.   Autor: Luz A. Villa

Me acabo de quedar en paro. Mi mujer me ha abandonado. Mi hijo de seis años murió en un accidente de tráfico. No sé si voy a ser capaz de salir adelante. En realidad, no sé si quiero salir adelante. Mi vida ahora mismo es lo suficientemente detestable para no tener ilusión por vivirla.

Antes del accidente había pensado en un par de ocasiones abrir un blog. Pensaba que podía escribir sobre cosas que me gustaban, como el cine y la pintura. No lo hice entonces, y hasta ahora no había vuelto a pensar en ello. La verdad es que no me apetece especialmente estar aquí… No me apetece nada… Pero en este momento he sentido la necesidad de desahogarme y por eso me he puesto a teclear. No sé si volveré a hacerlo. Quizás ni siquiera vuelva a entrar en esto que por el momento no siento que sea mi blog.

Ha sido una decisión impulsiva… Y pensándolo bien, llevaba seis meses sin hacer nada en respuesta a un impulso. ¿Será una buena señal? ¿Significará que me queda fuerza vital en esta alma destrozada? Quienquiera que lea esta estupidez quizás no lo descubra nunca… Puede que ni yo mismo lo haga… Es como el enfermo terminal que tras semanas de delirio recupera la lucidez para despedirse. No sé si será mi caso…